sábado, 15 de abril de 2017

Manos


Miro mis manos.

Cada día más
son las de mi madre.

La misma piel marchita,
las mismas manchas ,
los mismos dedos largos...
...la misma vocación sobre sus yemas
de regalar caricias.

Pero ellas tuvieron a su alcance
la ventura de materializarla.

Las mías solo pueden
palpar inútilmente la epidermis del aire.

Y comprobar con qué exclusividad
la pueblan los vacíos.

Sentir sobre su piel
como las desazona el dolor invisible 
que produce la ausencia
de otra piel añorada en la distancia.








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