Palabra
en que la espuma
a base
de hacerse transparente
es
pompa de jabón,
te veo
deslizarte ,como en levitaciones
desde
lo refulgente hasta lo etéreo,
de lo
ardido a lo místico
de lo
sublime a lo trascendental.
Y
después,
sublimación
a inversa,
volverte
tal carnal...
Yo
quisiera seguirte
como un
rayo de luz va tras de otro,
hasta
encontrar el punto de un vidrio en que confluyen
y al
acoplarse en uno
le
prenden fuego al aire
Pero de
siempre he sido
concreción
de la tierra,
el
fósil mineral de un hálito atrapado
en una
red de espinas ,que con perseverancia
trabó
de un rigor estoico
en
páramos sin nombre.
Una rosa de sal
tengo
por corazón.
Estruja
uno a
uno sus pétalos
exprime
esa
poca humedad que puede que aún se guarde,
esa
última lágrima ,
pureza
recluida,
que es
mi esencia.
Luego
sítiala
vehemente,
con la
pasión que emana de tu espíritu
cuando
regresa al hombre,
y
vuélvela vapor.
Que
vibre
hasta
el dolor con todos sus corpúsculos,
que
escancie
sus
efluvios que hablan de polvo liberado,
que
invada
los
espacios sin dueño y se empape del gozo
de
saberlos dispuestos a todos sus caprichos.
Que
sienta
después
como se sume en su contradicción
Que
ahora que es libre
ya no
puede escapar
pues al
suave mandato de tu aliento se debe.
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