martes, 9 de enero de 2018

Tiempos mejores


Creces dentro de mí, desesperanza,
como una mala hierba que prospera
en el pecho agostado y solo espera
asentar en mi ruina su pírrica bonanza.

Quién podría confiar en que la danza
de la fortuna cambiará de acera
y volverá a ondear nuestra bandera
sin temer que en el aire se meza una acechanza.

Sé que apuré hasta el fondo los olores
y me embriagué con las exquisiteces
de los alegres días de rosas y licores.

La vida , que mesura sus favores,
solo espinas reserva ya en sus heces.
Nunca habrá para mí otros tiempos mejores.










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