martes, 3 de abril de 2018

Dilúviate



Tras el cristal oscuro,
teñido con primor por la tristeza ,
se nos antoja el mundo apenas entrevisto
un mudo e inquietante
enemigo a las puertas de nuestra sospechada
fragilidad.

Esconde
cada rosa una espina.

Amenaza
el cielo raso de la primavera
con la helada tardía.

Inquietan inocentes
celajes de algodón por si anunciaran
tormentas y aguaceros.

Cada mano semeja una traición tendida.

Se ahogan sin remedio
  • y quién les manda ser tan despistadas-
en el cieno estancado de tus ojos
estrellas mustias .

Canta,
Dilúviate con furia hacia lo alto
hasta que te abra el cielo.

Hasta que lluevan piedras.

Hasta que te hagan trizas
cualquier coraza con que te protejes
de todos  tus temores.

Hasta que entre de nuevo en tus estancias,
endomingándolas, a golpe de tibieza ,
la luz de un Sol radiante.

Hasta que sientas que en tu corazón
vuelve a ser otra vez día de fiesta.

Canta ,
que estamos en Abril.

Y si llueve...
!qué llueva!

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