sábado, 7 de abril de 2018

Suburbano


Viene y van.
Todos vienen y van.

El suburbano es
como un gran hormiguero
en el que todos corren,
con ademán de autómatas ,de un lado para otro
en plena agitación
lo mismo que si fuesen a algún sitio
excitante y fantástico
a hacer algo inusual.

Todos saben
que corren a encontrarse inevitablemente
con la misma rutina.

Con los mismos semblantes,
con los mismos sudores,
compartiendo un espacio escaso en el que flota
la misma sensación de seres sometidos
al trabajo y la lucha por la supervivencia,
que intentan no mirarse
por si acaso se topan
con alguna emoción.

Viene y van,
cumplida su jornada
todos vienen y van,
los pies se saben
de memoria el camino de regreso
y arrastran el cansancio por los largos pasillos
soñando con llegar a casa para al fin
quitarse los zapatos,
para poder sentarse en su rincón
y soñar por un rato que casi son felices
si disfrutan de alguna compañía.

Para acostarse pronto
porque el despertador madruga mucho.

Para volver de nuevo
a ser un alma anónima que siente y que padece,
que pasa media vida
perdida en un vagón.




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