lunes, 1 de mayo de 2017

Sin palabras


Aquí, donde hoy dormito
no me llegan los ruidos de los sables,
ni los ladridos roncos
de rabia sin motivo de los perros
ni las voces
tan ásperas del mundo.

Se me ha vuelto silencio detenido
sobre un arpegio grato
la vida alrededor.

Ya casi ni me escucho
el corazón latir.

No quiere
perturbar lo inefable del instante.

Enamorado acorde ,
intenta disolverse en la cadencia plácida
que sale de tu pecho de hombre complacido.

Y ver como la sombra de la noche
su virtud nos desnuda y se vuelve una selva
donde cantan los pájaros

Donde ,ascuas exánimes,
tú y yo nos entregamos a la enajenación
de intentar un nosotros
componiendo hasta el alba una vez más
- y ya van tantas...-
un poema de amor , que no precisa
palabras para ser pura elocuencia.

Le basta con dejarse
llevar por el arpegio enamorado
que con pasión componen los suspiros.




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