Y de repente ya no me interesan
las mudanzas del día.
No ha llovido hoy,
ni ha cantado el jilguero...
...por San Juan huele el aire
a deseos floridos...
...ha sido casi obscena la belleza
encendida
 de la puesta de Sol.
¿?
!!.......
…..!!!
Me temo que no tengo ya más
interjecciones
con que cumplir con tanta  y tan
cautivadora
sorpresa habitual
Y mis propias mudanzas me parecen tan
frívolas...
Rutinarias tormentas  que nacen  y que
mueren,
por costumbre,
en vaso sin fondo donde abrevan las
lágrimas.
 
 
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