martes, 28 de marzo de 2017

Accidente


Yo no pedí que un vaho de azucenas
me envolviese al andar, ni que sonriente
lo proclamase el día en un torrente
de mil enhorabuenas.

Tampoco tú pediste que sirenas
cantasen en tu voz fosfosrescente
un vals azul , tentando al subsconsciente
a ahogarse entre verbenas.

Fue solo un accidente.
Un aroma, un sonido, un roce escueto
que trastocó el pulso en nuestras venas.

Después siguió la vida su corriente...
...solo da fe de aquello que más pesado y prieto
cargamos desde entonces el fardo de las penas



No hay comentarios:

Publicar un comentario