Ella
es así,
lo sabes,
nunca
tendrá remedio...
Es muy fiel,
pero
viene... cuando viene.
Eso 
si, nunca llega
con las
manos vacías
en su
zurrón hay siempre una sorpresa.
Un
dulce o  un papel de caramelo,
un boli
usado,
un
viejo sacapuntas...
una
estrella.
En
medio de este mundo decadente,
oscuro
y triste 
ella
es casi
un milagro.
¡Quién
podría dejar de enamorarse
de  su
gracia
su luz 
y su
belleza.
Vivir 
para escucharla
acercarse
 a  tu  oído de puntillas
a
susurrar   lindezas
y
después alejarse
y
dejarte  a merced de la añoranza
es algo
que no pesa.
Vivir
para servirla,
vivir 
para aadorarla,
es
VIVIR con mayúsculas.
Porque
ella,
es
ella...
 

 
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