Azul
sobre el azul. Inmensidades
mirándose a los ojos, que se donan
calimas y espejuelos y ambicionan
tactos oscuros , densas realidades.
En cuerpo a cuerpo dos intimidades,
mareas y ciclones, se abandonan
a la hambruna de siglos y pregonan
hartazgos de infinitas soledades.
Te sabes nube, me conozco arena.
No resulta sencillo amalgamar
la voz de la gaviota y la sirena.
Ciega contradicción, absurdo anhelo.
¿ Pues no te quieres, luz, salando un mar?
¿Pues no me sueño , sal, dorando un cielo?
mirándose a los ojos, que se donan
calimas y espejuelos y ambicionan
tactos oscuros , densas realidades.
En cuerpo a cuerpo dos intimidades,
mareas y ciclones, se abandonan
a la hambruna de siglos y pregonan
hartazgos de infinitas soledades.
Te sabes nube, me conozco arena.
No resulta sencillo amalgamar
la voz de la gaviota y la sirena.
Ciega contradicción, absurdo anhelo.
¿ Pues no te quieres, luz, salando un mar?
¿Pues no me sueño , sal, dorando un cielo?
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