Lo
cierto es que no supe
por qué
ni cómo.
El
hueco
fue
ocupando lugar, ganando espacio
a
expensas de lo vivo y su emoción
sangrante
y dolorida
Enorme
vientre inverso,
en el
alma gestante no hubo apenas
señales
de aquel mal que soterrado
lento
me devoraba .
Hoy
sólo queda
este
vacío ingente y pavoroso,
esta
atroz, visceral, omnipresente
náusea
devastadora.
Este
imposible
afán
por vomitarse.
Y
expulsar
toda
la indiferencia que ha medrado,
en esta
especie de agujero oscuro
que hoy
por hoy me habita.
Llegamos
a ser luz
a
expensas de las chispas que a nuestro pedernal
le
sacan los pesares .
Me
quiero deslumbrante, cegadora,
preñada
de aflicciones
de
aquellas que le obligan a la entraña
a ser
un hervidero de amarguras
y
rabias redentoras.
Conque, adelante ,vida,
aquí
tienes mis tripas expectantes,
empléate
en ellas con todo tu talento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario