Leo un
poema antiguo
Habla
de lo de siempre
de
fracasos,
de
sueños incorruptos no cumplidos,
de
anhelos, de utopías,
de ojos
gavilanes que miran a lo lejos,
de
ruidos intestinos
de
pérdidas, de ausencias...
De
esperanzas
cansadas
de esperar
De
rosas que no llegan a pinchar con su espina
a la
mano que aguarda,
de
subterráneos ríos , sarpullidos volcánicos
bajo la
piel pacífica,
de años
que se pasan cultivando la herrumbre
sobre
las santas piedras del hogar
y
cebando sus pozos
con
las bilis más negras.
Discurro
distraída entre sus líneas
mientras
suena en la radio
un
bolero del tiempo de los godos
plagado
de traiciones y de olvidos.
Ya
digo...Lo de siempre.
La
música sabida que acuna en su regazo
nuevas
pasiones con palabras viejas
*****
Leo un
poema antiguo...
Lo
cierto es que hoy no tengo,
pocas
ni muchas de escribir....
Acaso
debería,
siempre
hay algo
que pide atestiguarse lo más prolijamente:
el
sarcasmo que sobra,
la
caricia que falta,
el amor
que se pudre
macerado
en rutina con tanta devoción.
Sí, lo
sé,
cada
día que llega nos sorprende
con la
miseria a estreno que exige ser narrada
pero
acaso
serviría
de algo que lo hiciera...
Leo
un poema antiguo
que el
corazón, de tanto recitarlo,
se
sabe de memoria .
Al
declamarlo suena desmadejado y triste
manso
como la lluvia
que cae
a medianoche sobre el agua
y
apenas si se siente,
ni
agita casi el sueño tranquilo de los justos
o los
que están cansados,
en
cambio nos envuelve a los insomnes
en una
nebulosa grisácea y melancólica
que nos
devuelve al mundo conocido del útero materno
y a
ratos nos serena.
Hoy,
en el
equilibrio sobre el límite
en el
que se diluyen y que se funden
el
desaliento y la laxitud,
fue a
caerme en las manos este poema antiguo
que
cuenta, repitiéndose,
eso que
yo ni tengo más ganas de contar.
Voy a
ahorrarme el trabajo...
Total...,
¿quién
va a saberlo...?
Son los
mismas pequeñas catástrofes del alma .
Solo es
cambiar la fecha.
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