martes, 25 de abril de 2017

Voz


No sabes
cómo añoro tu voz.

Lo que daría
por dejarme enlazar por la cintura
por tu verbo de menta y de canela,
y aun sabiéndolo indócil embustero
permitirle que llegue deslizándose
allí donde mis senos se vuelven desamparo
y les robe jugando como un niño
el mínimo vestigio que aún les queda
de tersura y de asombro,
de indecencia,
de dicha y sensatez .

No sabes los tumultos, que podrías ,
provocar en mi vientre, nieve y lava,
dispuesta a derretirse y florecer ,
con sólo tu palabra , si quisieras.

De su acento
se nutre el arrullar de las palomas
en las noches románticas de Luna
y su cadencia inspira
la música del mar

No sabes
Como añoro tu voz.
Y sin embargo
me tapio los oídos , me sumerjo
sin tregua en autismo más profundo
con tal de no escucharla.

Es sabido que sienten los seres del océano
una extraña pasión por los ahogados...

Y tus rumores crecen por mi sangre
igual que un silencioso pleamar.


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