No
sabes
cómo
añoro tu voz.
Lo
que daría
por
dejarme enlazar por la cintura
por
tu verbo de menta y de canela,
y
aun sabiéndolo indócil embustero
permitirle
que llegue deslizándose
allí
donde mis senos se vuelven desamparo
y
les robe jugando como un niño
el
mínimo vestigio que aún les queda
de
tersura y de asombro,
de
indecencia,
de
dicha y sensatez .
No
sabes los tumultos, que podrías ,
provocar
en mi vientre, nieve y lava,
dispuesta
a derretirse y florecer ,
con
sólo tu palabra , si quisieras.
De
su acento
se
nutre el arrullar de las palomas
en
las noches románticas de Luna
y
su cadencia inspira
la
música del mar
No
sabes
Como
añoro tu voz.
Y
sin embargo
me
tapio los oídos , me sumerjo
sin
tregua en autismo más profundo
con
tal de no escucharla.
Es
sabido que sienten los seres del océano
una
extraña pasión por los ahogados...
Y
tus rumores crecen por mi sangre
igual
que un silencioso pleamar.
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