martes, 4 de abril de 2017

Ha pasado a un ángel


Está la casa fría.

Los cristales
atrapan el aliento y lo transforman
en caprichos de escarcha.

Sobre el aire transita un silencio que existe
de espaldas a la música
Un turbador silencio sin latido
como aquel que se instala sobre el mundo
cuando la nieve cae
con lentitud agónica y suaviza,
nimbado en mansedumbres,
copo
a
copo
pluma
a
pluma
el rigor del destierro

Está la casa fría
y yo he tomado, y es inamovible
la decisión heroica
de quedarme en la cama un rato más.

Hasta que se disipe el aleteo
del ángel sin sonrisa
que pasa en nuestra vida sembrando glaciaciones


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