No
se puede elegir.
No
hay truco o trato.
La
vida es quien decide
si
ríes o si lloras.
Generalmente
arbitra
salomónicamente
y
discurre tu tiempo en este mundo
fluctuando
a cada paso
desde
lo más sublime y glamouroso
hasta
lo más grotesco.
Del
drama a la comedia
y
de ahí al vodevil disparatado.
Ahora
ha decidido
que
muestre ,a mi pesar,
mi
lado más humano y más sensible.
Y,
por qué no decirlo,
más
patético.
Este en el que me exhibo confundida,
angustiada, sin rumbo,
inconsecuente
Este en el que me exhibo confundida,
angustiada, sin rumbo,
inconsecuente
Solo
alcanzo a pedir al que me mire
el
discreto silencio respetuoso
que
da la compasión.
Y
el conocerse
forjado
a sangre y lágrima
con
la misma mezquina y vulnerable
materia
portentosa que los otros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario